martes, 20 de octubre de 2015

Perdon No 5

Ella lo miro desde atras y se dio cuenta que seria mas facl vivir con aquello que vivir sin el, entonces recordo que el solo era humano,  se seco las lagrimas y nunca le dijo que lo habia descubierto.

Perdon No 3


Ella cerro la puerta en silencio,  el la miro y adivino que ella le habia mentido, ella lo miro y supo que el sabia,  entonces sonrio. Luego ambos decidieron ignorarlo.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Sueños compartidos

Para Zuny

En la ciudad de Uspayata la vi, yo no la conocía pero había soñado con ella. Cuando nuestros ojos conectaron supe que ella también había soñado conmigo y mi estomago se lleno de mariposas. Caminamos por las calles cubiertas de arboledas en una tarde tórrida. Tomados de la mano llegamos a su casa, lugar en el que jamas había estado pero que había soñado con el, y me pareció todo muy familiar, incluso el perro se llamaba Poncio, tal como yo lo había soñado.

Adentro estaba fresco, nos mirábamos con frecuencia y las sonrisas surgían a cada momento. Nos abrazamos, nos besamos y nuestros corazones latíeron juntos, como si marcharan en algún desfile. Esto lo recuerdo con claridad pues ya lo habiamos soñado. Luego nos sentamos en silencio a beber agua de coco verde, no sabíamos que hacer pues en aquel momento ambos nos habíamos despertado.

jueves, 6 de noviembre de 2008

El Ojo de la Salamandra

Cualquiera que hubiese conocido a Richard Hunt coincidira en que era un hombre temerario. Yo lo entendi el mismo dia que hicimos los hallazgos en la casa de la calle londres. Richard estaba muy exitado con todas las historias que habiamos escuchado sobre aquel lugar. Nadie la habia habitado por mas de una semana en decadas, ni los esbirros del regimen anterior, ni los ocupas, ni un ridiculo programa de television que buscaba realizar algun reality sobre las casas embrujadas.

Eduardo T. Choro nos habia advertido que la naturaleza de las cosas que alli ocurrian se podian explicar en base a la existencia de un portal astral que habia existido en el lugar y que las machis mapuches que habitaron aqui antaño, habian logrado destruir en tiempos en que los incas eran amos y señores de la actual america latina. El mismo habia escrito los articulos en la revista aurora que nos llevaron a Richard y a mi a interesarnos en la casa.

Queriamos explorarla y atrapar sus misterios, pero tambien teniamos que salir vivos y cuerdos de alli, de lo contrario nadie podria contar la aventura. Tras varias aproximaciones los instrumentos mostraban fuerzas importantes que circulaban el lugar, algunas de ellas de mas de 300 hectopascales y un mirryanismo cercano a los 50 celios. Tales fuerzas no podian ser residuales, algo las estaba atando al lugar.

A sugerencia mia richard accedio a que utilizaramos una puerta de plata. Un hechizo que aprendi en Kenya en los sesentas, nos permitiria entrar de forma segura para ver y oir lo que alli pasaba sin correr el riesgo de estar fisicamente presentes, una suerte de viaje astral pero para varias personas al mismo tiempo. El rito en si ya era peligroso, debia abrir mi mente a las fuerzas cosmicas y rogar que ningun vagabundo entrara en ella. Si yo hubiese sabido que en aquella casa habia un ojo de salamandra jamas lo habria intentado.

La preactica me habia dado cierta experticia, entre los aficionados locales yo era un maestro una suerte de Guru, pero en comparacion con quienes me habian enseñado yo era apenas un principiante. Dibujamos con plata una puerta sobre una pared negra y cuando logre abrirla cruzamos de inmediato y comenzamos a correr parallegar antes que el viso de la realidad terminara de desvanecerse.

Vimos la casa desde lejos, las columnas de energia myrrianica se alzaban hasta el cielo mientras que los campos magneticos oscilaban freneticos en su entorno. Que tontos fuimos de no hace caso de las advertencias. Nuestra carrera nos permitio llegar justo a tiempo, aun que casi sin aliento. Con fortuna descubrimos que la entrada fisica y la entrada de plata coincidian perfectamente asi que el ingreso fue facil. Una vez adentro descubrimos con horror que la casa entera estaba habitada por extraviados. Almas que habian enloquecido a un grado tal que no hallaban el camino a un cielo, un infierno o cualquier sucedaneo en el que se creyese. Solo estaban alli, sufriendo perpetuamente, para alimentar los apetitos del segador que las habia puesto en ese lugar. eran miles, quizas decenas de miles o mas. Nunca lo sabremos. La puerta de plata es poderosa pero no tanto. Richard sabia mejor que yo que habia una forma de liberarlas pero para ello debiamos ver al menos una vez al segador. A resar de su impetu Richard era conciente del riesgo que corriamos si lo enfretabamos sin preparacion, por lo que estuvimos de acuerdo en volver.

El camino de vuelta fue complicado, el viso de la realidad se habia devanecido por completo y tuvimos que guiarnos por las señales del eter. Cada objeto y ser que existen en la realidad consensuada tienen una sombra de exisencia en el mundo del eter, sinembargo esta varia segun la persona que la perciba. Es que el eter cambia a cada instante, cada ves que observamso algo ya es ligeramente distinto, mas aun si es un ser vivo, solo las criaturas de los planos profundos son inmuntables en el eter, por lo que les sugiero que si ven una de ella salgan corriendo.

En casa nos esperaban Eduardo T. Choro y el increible Sr. Florencio Torres Braun que aun a sus noventaysiete años gozaba de una salud fisica y mental tan buena que le permitia salir en busca de pequeñas aventuras. Era un tipo alto, de ojos grises, con el cabello cenizo y con visos de plata. Un hombre delgado de tez blanca pero con esa piel morena que dejan decadas de trabajo de campo a pleno sol. Vestia informal: unos pantalones verdes y una guayabera recargada en plizos y bordados y un baston negro con la empuñadura de plata.

Torres Braun sostenia una taza de cafe de grano, una taza chiquita bien cargada, que llenaba el espacio con su aroma. Estaba erguido cuan alto era y sus ojos no decian absolutamente nada. Eduardo, en cambio, sostenia su taza de tè con manos temblorosas y traspiraba mucho por lo que a cada momento se llevaba la mano libre a su frente para secar el sudor con el pañuelo blanco de algodon. No se si Richard lo vio, pero yo lo vi clarisimo, aquel hmbre pequeño y de rostro enjuto temblaba de miedo.

Con la mayor naturalidad del mundo me servi un cafe yo tambien. Seguramente debi saludar, pero ya que estabamos en mi casa yo me sentia con derecho a estar molesto por que dos personas habian entrado sin invitacion, aun que estas personas fueran las dos eminencias mas grandes de la logia que aun estaban con vida.

Richard se deshizo en saludos. Estaba impresionado, el siempre habia querdo conocer a Torres Braun, era una especie de idolo para el. El viejo en cambio no se dejaba afectar por las palabras lisonjeras, permanecia cono sus ojos frios, mirandome a la cara como si yo hubiese cometido alguna suerte de crimen. De pronto dijo secamente: "Lo vas a cerrar o ¿que?"

¿Cerrar que? Por dios, fue entonces que me di cuenta que la luz invisible seguia alli, que el portal continuaba abierto, que no se habia cerrado al salir nosotros. Una onda de luz sacudio el lugar entonces y todo ocurrio infinitamente lento. Yo me lance sobre mi escritorio a buscar un hilo plateado para cerrar la puerta. Richard trataba de entender que sucedia moviendo su cabeza de un lado para otro. Eduardo T. Choro buscaba algo en su bolsillo mientras la taza y su contenido describian caprichosas formas en el aire. Torres Braun trazaba una linea imaginaria con su baston y si no hubiese estado buscando algo habria podid leer las palabras que sus labios mudos articulaban.

Continuara

miércoles, 5 de noviembre de 2008

El Libro de los Consejos Sabios

Teodosio escribio una vez un libro de consejos sabios. El libro tenia la propiedad de indicarle a las personas lo que necesitaban saber para resolver sus problemas. Era pequeño, con tapas de cuero negro y unas cuantas hojas de papel biblia con el borde dorado. Un libro de consejos no necesita ser un mamotreto monsturoso como un compendio o una enciclopedia, no señor, necesita solo unas pocas hojas, pues quien lo lee necesita llegar a lo importante con rapidez. En realidad el libro solo tenia cuatro hojas importantes: la hoja donde se explicaba el funcinamiento del libro, la hoja en la que se hacian las preguntas, el indice donde indicaba la la hoja de la respuesta, y por su puesto la hoja de la respuesta.

El libro debe usarse de forma correcta, no es apropiado leer los consejos que no se necesitan puesto que entonces no serian sabios.

Teodosio conservo el libro por varios años, un par de decadas en realidad. Cuando el libro comenzo a aconsejarle lo mismo cada vez decidio regalarlo. El destinatario fue un principe quien gracias al libro goberno muchos años y su pueblo lo amo como a un verdadero padre. El principe lo dio en dote antes de morir a un capitan quien deposaba a su bisnieta. Se trataba de un hombre torpe, ambicioso y de pocas habilidades, pero del cual su bisnieta estaba prufundamente enamorada. El regalo fue de mucha ayuda, siguiendo los consejos logro llevar una buena vida. Asi el libro fue pasando de persona en persona, por años y años y años hasta que un dia desaparecio.

Hace pocos años, en Recoleta, hubo un remate de una vieja casona cuya dueña, la Sra. Adriana Ross, habia fallecido dejando algun patrimonio del que sus hijos prefirieron convertirlo en activos, como se llama ahora a vernder lo que tienes por cuatro chauchas. Casi al final de la subasta aparecio un hombre pequeño, muy delgado y calvo. Vestia un traje a la usansa de los años veinte con todo y sombrero, llevaba un baston con empuñadura de plata y un monoculo que lo hacia parecer muy ridiculo ante la mirada de los actuales. Pidio a los deudos poder revisar las cosas que aun no se habian subastado, en particular pregunto si la señora habia dejado algun tesoro. Los deudos sonrieron con gracia y le explicaron al hombrecillo que todo lo de valor habia sido vendido ya. "Es lamentable, lamentable, sinembargo qusiera ver si algo de valor queda" comento el hombrecillo, cosa que le fue concedida sin mas.

Tras casi una hora, hallo un pequeño cajon lleno de papeles, cuadernos y unas libretas. Entonces aprecio un brillo purpura y algunos dejos verdosos. Supo de inmediato que lo habia hallado, era un librito pequeño, un tanto desvencijado, con tapas de cuero negro y que contenia una hoja en cirilico y el resto en blanco. Caja en mano, se dirigio a quien habia fungido de martillero y pregunto cuando se subastaba aquello, obteniendo por respuesta solo unas risitas burlonas y una explicacion que el parecio absurda. El precio era ridiculo, veintemil pesos por la caja completa, habrase visto tal desfachatez, pero ante la actitud indiferente de los actuales dueños prefirio pagar indignado y retirarse de alli al instante. Cuando ya se iba uno de los deudos pregunto su nombre a lo que el elegantemente respondio : "Eduardo T. Choro".

Eduardo ya se habia ido cuando el mas joven de los deudos comentos:"es increible como la gente se aferra las hueas viejas y esta dispuesta a pagar por una cajita con papeles que en realidad no vale nada.

martes, 4 de noviembre de 2008

Los 16 enanos y medio

En Maracaibo vivian 16 dieciseis enanos y un medio enano. Todos eran hermanos y el medio enano era el hermano de al medio. Tambien hay que decir que eran sus medio hermanos pues solo compartian el padre, claro que lo compartia solo con la mitad pues los otros ocho querian mas a su madre que a su padre al que no le perdoaban haberla egañado.

Los ocho ignoraban que era un engaño a medias, es decir su madre tambien habia engañado a su padre, de hecho esos ocho eran hijos de otro enano. Lo que nos deja con el hecho que que los ocho y los ocho son solo medio hermanos. Si un dia descubrieran toda la verdad, se sentiran desilusionados, pero solo a medias claro.

El perro mago de Lo Plaza

Para mi

En lo plaza habia un perro mago que caminaba con las patas hacia el cielo, la gente creia que era una forma de rascarse la espalda, pero lo cierto es que el tenia su estilo de caminar. Cuando era cachorro una bola de magia le habia ciado desde el cielo pegandole muy fuerte, le dolio tanto que juro que esto no le iba a pasar de nuevo asi que jamas deja de mirar al cielo.


La bola de magia era una cosa roja que se veia en su espalda, creo que por eso caminaba asi, por que la escondia, y gracias a la bola el perro ppodia hacer magia. Claro que era magia de perros. En una ocacion un vecino de lo plaza se quedo en la calle. Estaba sin trabajo, con deudas, con problemas, sin familia y sin amigos. Cuando encontro al perro mago ahi tirado de espalda miviendose horriblemente, el vecino penso que lago malo le pasaba asi que lo tomo en brazos y trato de curarlo. El pero se dejo, le agradaban los cuidados, sobre todo la comida que el vecino le daba. Era mucho mas comodo que escrabar los tarros de basura con las patas mirando al cielo.

Pasaron los dias y de pronto el vecino se puso a llorar desconsoladamente. Se habia acabado la comida y el se lamentaba de si mismo, no por el hambre, si no por no tener ni ni para alimentar a un perro. Tratando de consolarlo el perro mago le hablo y le dijo que lo tomara en brazos, que lo iba a ayudar. El hombre impresionado tomo al perro y lo escucho atentamente. Entonces el perro le dijo que lo que tenia en la espalda no era una herida, que era magia pura y entonces el vecino rio histericamente. "Tan desesperado estoy que oirgo hablar a un perro y mas encima dice cosas sin sientido" dijo el vecino.

El perero se refrego contra las piernas del evcino y de pronto estas se convirtieron en patas de perro. El hombre se puso furioso al principio pero enseguida se olvido puesto que las patras de perro le empezaron a picar. Se sento a rascarlas, pero por mas que se pasaba las uñas, el escozor no cedia. "Tienes que caminar" Le dijo el Perro "solo se pasa caminando, cuando ya estes mejor, cuando ya te hayas hecho de nuevo ven a mi con un gran hueso y te dare tus patas de humano nuevamente".

El vecino se fue caminando hasta la plaza italia, y fue bueno por que la picazon paro, sin embargo al descanzar un rato volvio de nuevo y entonces camino hasta renca y de ahi a quilicura. Poco a poco recorrio santiago pero las pata de perro le pedian mas y mas asi que fue caminado hasta el sur, hasta punta arenas, y de ahi hasta usuaya en la argentina, y a bahia blanca, y buenos aires, luego al uruguay, al brasil y a venezuela y siguio caminado. Donde quiera que iba, veia como eran las gentes y escuchaba el hablar de los perros. Poco a poco fue contando lo que veia y un dia se dio cuenta que era un llevador de historias, no de esas mentiras que salen en papel o en las cajas de imagenes, si no de las reales, de esas que le pasan a la gente comun y corriente, como la del perro mago que le dio las patas de perro.

Un dia, despues de dar la vuelta al mundo por quinta vez, se sento en una plaza a conversar con un viejo. Le dijo que habia visto todo el mundo, pues el era un patiperro, le dijo de lso lugares y de las cosas maravillosas. Le dijo de la fortuna que habia reunido en amigos y experiencias, entonces se dio cuenta que el tambien estaba viejo y cansado. Volvio entonces a Lo Plaza, no sin antes comprar el mas grande hueso que habia. No le tomo mucho hallar al mago pues los otros perros le dieron las indicaciones de como hallarlo. Sin mucho que decir, los perro no dicen cosas a menos que sean imporntantes, a diferencia de lso gatos que hablan todo el tiempo de si mismos, se dieron un abrazo y al terminar, el vecino habia recuperados sus pies cansados.

Ahora escribe, escribe cuentos de perros, de magos y de cosas que estan alli, ahora va de ves en cuando a Lo Plaza a dejar huesos para el pero mago.